Proceso

Esta sección pretende acercar el proceso de creación de un instrumento de cuerda frotada de forma simple y resumida.
Lo principal a tener en cuenta al construir cualquier instrumento es la frecuencia a la que este sonará.
Con esto podemos definir el tiro (longitud de cuerda libre vibrante), esta medida es la base principal del diseño.

Diseño

Generalmente partimos de un modelo histórico de referencia.
Es importante estudiar la estructura geométrica que ha llevado al creador inicial a diseñar el instrumento, en el periodo barroco existían conceptos de diseño que buscaban un equilibrio con el universo creando formas inspiradas en la naturaleza.

Plantilla y molde

Tras diseñar las formas del futuro instrumento creamos las plantillas, cuya función es la de poder trazar el diseño en el molde y hacer las comprobaciones posteriores en la madera.
El molde es la estructura temporal que mantiene la forma que irá tomando el instrumento.

Madera

La madera se transforma cortando y doblando mediante diferentes herramientas como el cepillo, la gubia, las cuchillas, el curvador de aros, etc. Las piezas trabajadas se pegan con cola de conejo principalmente.

La principal madera usada, debido a sus propiedades acústicas, es el abeto, variedad Picea abies, esta madera se usa para la tapa.
Para aros y fondo se usan unas maderas más duras como el arce, cerezo, palosanto, plátano, ciprés, nogal, caoba, entre otras.
El batidor, las clavijas, las cejillas y los cordales suelen ser de ébano, a veces boj.
Otras maderas como cedro y tilo se usan como refuerzos estructurales (contraaros y tacos).

Barnizado

El proceso para dar al instrumento color y protección consiste en sucesivas capas de barnices, el barniz está formado por una o varias resinas diluidas en aceite o alcohol.

Montaje

Consiste en ajustar el puente, alma y las cuerdas para que el instrumento funcione correctamente, estos son elementos decisivos para ajustar puntos como la velocidad, armónicos, volumen, tensiones, así como rectificar problemas como los lobos.